SALUD PODOLÓGICA EN EL ÁMBITO LABORAL

Los podólogos advierten que las empresas no invierten lo necesario en que los trabajadores utilicen un calzado adecuado. Los materiales de los que están hechos los zapatos son incómodos para los trabajadores al ser muy pesados y no tener una suela amortiguadora, con lo que la planta del pie soporta golpes bruscos que afectan a la salud.

¿Cuáles son los materiales más recomendables?

Los materiales adecuados son el kevlar, para reducir el peso, y el caucho, para las suelas.

Estos elementos tienen un valor elevado, por lo que muchas empresas descartan adquirir zapatos con estos materiales.

La transpiración de los pies

La transpiración del pie es muy importante, ya que puede provocar la aparición de hongos en los pies. Para evitar esto, es recomendable usar calzado con materiales impermeables y transpirables, como el GoreTex. En el caso de que no se utilice este material, es aconsejable mantener los pies lo más secos posibles y de esta manera, se evitarán muchas enfermedades.

La importancia de la talla de los zapatos

En cuanto a la talla del calzado, se sugiere que se empleen zapatos que se ajusten lo mejor posible a los pies, para evitar rozaduras y durezas, aunque nunca deben estar apretados. Esto es muy importante ya que puede afectar a la circulación sanguínea, llegando a perder sensibilidad o movilidad en el pie. Otros problemas que pueden generarse por no utilizar un calzado adecuado son los relacionados con los dedos. Entre ellos están los dedos “en garra” o “martillo”

¿Para qué sirve?

    El calzado de seguridad está diseñado para proteger de lesiones provocadas por:

• ·        Objetos pesados o afilados
• ·        Derrames de líquidos o ácidos
• ·        Aceite
• ·        Calor
• ·        Zonas de trabajo resbaladizas
• ·        Electricidad

     Existen diferentes tipos, en función de los peligros que se pueden encontrar.

Recomendaciones

 Por ejemplo, el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana recomienda no usar zuecos al personal sanitario, ya que dicho calzado no tiene la sujeción adecuada, llegando a causar esguinces de tobillo, dolores de espalda, etc.
Todos los Colegios Oficiales de Podólogos hacen recomendaciones idénticas. Suelen aconsejar el uso de calzado ligero, sin zonas abiertas para prevenir heridas, que se ajuste perfectamente al pie para tener más movilidad y no sentir cansancio en ellos después de tantas horas de uso.